martes, 24 de febrero de 2015

Tengo mi propia habitacion

Hoy les quiero compartir la nueva experiencia, esa que tanto le preocupa a la sociedad, esa por la que muchos padres que practicamos colecho somos juzgados, criticados y hasta manipulados, pero ese día llega como cada etapa, como cada cambio, como cada nueva experiencia que como niños decidimos experimentar, y cuando llega con amor, respeto y libertad es mucho mas sencilla y satisfactoria para todos, y es lo que acabamos de vivir en casa. 
Jesús Enrique durmió por primera vez en su cuarto solo.
Para ser breve pero exacta, nuestras condiciones no se dieron antes pero ya dormía en una cama solo desde hace 4 años, que un buen día Jesús Enrique pidió su cama, y aunque estaba dentro de nuestra habitación el quería su cama, y lo decía con felicidad, no hubo trauma, no hubo presión, no hubo llanto, solo hubo Amor y compañía, y comprobamos que en efecto todo lo estábamos haciendo bien, aunque aun habían veces en las que terminaba en la nuestra, obviamente se sentía seguro y feliz de tener su propia cama, ademas con la llegada de Fabricio sus intereses cambiaron momentáneamente y al ver que papi y mami colechaban a su hermanito pues el decidía colechar con nosotros o que su hermanito durmiera con él. 
Pero llego el día, y mamá comenzó a usar la creatividad para armonizar un espacio para ellos, que en un principio era que se sintieran cómodos, a gusto y lo utilizaran abiertamente como decidieran sin presión a que solo seria su habitación (osea dormir solos), así que juntos elegimos los colores, el diseño, me ayudaron a pintar, a pegar, y el resto lo termine yo, invitándolos a entrar en el cuarto de estar, de juego, de lectura, de pijamada un espacio exclusivo para ellos dos, y como era de esperarse ambos quedaron encantados, me dieron las gracias y ese mismo día se instalaron en el cuarto, y al llegar la noche ambos dijeron que querían dormir allí, y así fue como Jesús Enrique paso su primera noche en su propia habitación, aunque Fabricio quería a la final decidió dormir conmigo, Jesús enrique despertó feliz y se sintió hasta un niño mas grande e independiente al dormir solo.
Para mi es una prueba mas de que el colecho no mal acostumbra, no hace daño, no destruye la vida en pareja y no crea dependencia, lo que realmente hace seres inseguros es no acompañarlos en sus procesos, lo q puede dañar a una pareja es caer en la rutina, lo que hace daño es no amar. 
Que viva el colecho!

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