lunes, 30 de noviembre de 2015

Puerperio

Cuando ya nace bebé y esta en nuestros brazos sentimos muchas veces miedo en , y ahora que hacemos? y creemos que ahora solo es preocuparnos por bebé que ya nosotras estaremos en otra faceta. Pues si estaremos en una nueva faceta donde se desactivan un montón de hormonas del proceso de gestación pero se activan otro montón que pertenecen al proceso postparto y lidiar con tantos cambios a la vez y en muchos casos solas o con mucha compañía no es nada fácil.
No solo lidiamos con la incertidumbre de lo desconocido con nuestro bebé y con las ganas muchas veces de seguir nuestro instinto para reaccionar ante la vivencia que estamos transitando, sino que ademas en este momento no desconocemos por completo, es como si en el mismo instante que nació bebé nació otra mujer que también tenemos que ir cuidando, atendiendo, entendiendo y aprendiendo física y emocionalmente, y esto nadie no los dice durante la gestación. Pero el encontrarte enamorada y feliz de tu hij@ observándote como haces un cambio de pañal, escuchando e identificando cada llanto para ir conociendo sus necesidades, entre otras cosas; e ir al mismo tiempo sintiéndote aun vulnerable con ganas de llorar, de reir, con miedo pero alegre, tener las emociones revueltas donde te sientes temerosa pero al mismo tiempo segura de que puedes con todo esto, y no saber a veces como manejarlas, ni como reaccionar, viendo como tu cabello de un momento a otro comienza a caerse inexplicablemente, de que estamos más gordas de lo que esperábamos estar, de que tu libido sexual esta más bajo, de que mueres de sueño pero sabes que esta allí alguien que espera ser atendido a la hora más pesada de la madrugada, con el deseo de amamantar y con el dolor que a veces causa un mal agarre, sentir que no podrás hacerlo más, y aunado a todo esto que desconocíamos y a penas estamos empezando a conocer; el entorno, la sociedad, una cultura generalizada y directa a juzgar, a poner condiciones,, limites, y conducirnos a que ya nació bebé y ahora todo debe ser como era antes, de que bebé debe ajustarse a la rutina que ya tenia esa mujer antes de ser madre en lugar de nosotras adaptarnos a bebé, a sus necesidades, a sus tiempos, a su ritmo, a seguir ese instinto que nos enamora cada día mas de él o de ella y nos hace estar conectadas de una manera única, donde no nos importa el tiempo que amamantemos, ni cuantas veces lo cargaríamos porque simplemente es lo que bebe desea y mamá también, que papá aunque esta en todo este ciclo hormonal comprenda el cambio que esta teniendo su pareja, como mujer, como pareja y como madre y que sea un pilar fundamental para ella, llegado el tiempo de reincorporarse al ámbito laboral muchas mujeres no volverían a trabajar a los 6 meses, y no insistiríamos en que todo debe ser igual a lo que era antes, que muchas veces es una actitud implantada por una sociedad que tiende a crear una desconexion familiar desde el mismo momento en que nace bebé con el simple hecho de tener una políticas hospitalarias donde bebé es separado por mas de 4 horas luego de nacer.

Nuestra vida cambia por completo, pero vamos en contra corriente ante una sociedad patriarcal que nos presiona, y nos hace sentir que para ser alguien en la vida no podemos solo ser madres, sino que tenemos que ser un montón de cosas más haciéndonos sentir inferiores y menos cuando decidimos emprender otras cosas que nos hagan estar de la mano con la crianza de nuestros hijos.

Cuando un bebe nace nace una mamá y un papá, sin ni siquiera imaginarlo ese bebé sera nuestro espejo de ahora en adelante, pues mujeres sigamos nuestro instinto, sintamos nuestra piel, nuestros ancestros, nuestro mamífero que esta escondido pero que llega cuando nos toca parir, amamantar, si amamantemos sin importar lo que los demás digan, sin saber cuanto tiempo daremos teta a nuestro bebe, portemos el tiempo que queramos, llevar en brazos no mal acostumbra, no es mala crianza, es la necesidad de ese mamífero indefenso y es el deseo de nosotras, busquemos grupos de apoyo, estemos unidas con mujeres que al igual que nosotras están transitando el puerperio, porque estar acompañada es lo mejor que nos puede pasar en la aventura de ser mamá.


"Pero el haber logrado que la maternidad sea una opción no zanja la cuestión, y la robotización de la función materna refuerza aún más el discurso y las raíces de la sociedad patriarcal. Porque, si sólo renunciando a la maternidad o deshumanizando su función podemos dejar de ser inferiores, estamos asumiendo que la maternidad es algo efectivamente degradante y que nos inferioriza, que nos rebaja, que nos hace ser como vacas o animales reproductores.” Casilda Rodrigáñez Bustos. MUJER, MATERNIDAD Y SOCIALIZACIÓN.